lunes, 20 de septiembre de 2010

Anaya mancha (todavía más) la imagen de Calderón


Memo Anaya Llamas, uno de los compadres de pila de Felipe Calderón, se ha vuelto un lastre. Correligionarios de ambiciones, no dudaron en llevar sus codicias políticas hasta las pilas bautismales el 23 de septiembre de 2006. La infanta del senador, María Teresa Anaya Aguirre, fue cargada en los brazos del presidente jurídico de México, para recibir las aguas sacramentales. Allí en la de la iglesia de La Encarnación, ubicada en la colonia Campestre La Rosita de Torreón, Coahuila, el vulgar pacto político entre estos personajes, se bendijo al calor del compromiso bautismal. Nada diferente a los capos, quienes sellan contratos, – cumplidos o por cumplir-, a través del padrinazgo. De la fiesta. De la familia. Por esos vínculos, Memo Anaya, ha llegado a la Secretaría general del PAN, trampolín que de manera decisiva le permitirá rozar el camino hacia la candidatura de los blanquiazules para buscar la gubernatura de Coahuila, en el 2011; año en que su compadre-presidente, se encuentre en el cenit del poder, puesto que las campañas se desarrollarán desde el 2010. Si los panistas toleran o no, la imposición de Anaya Llamas en la Secretaría general, ese es su cuento, en cambio, debe preocuparnos que pese a los señalamientos de los presuntos nexos de Memo Anaya, con los jefes de los narcotraficantes de la plaza de la Laguna, FECALHINO, campante, ordene desde Los Pinos, que el primer compadre convenido siendo presidente electo, sea encaramado al segundo puesto de dirección del partido blanquiazul.
En el caso del PAN, los primeros damnificados del huracán compadre Calderón, fueron las huestes de José Ángel Pérez Hernández, alcalde de Torreón, Coahuila, junto con su asesor de cabecera, Jorge Hernández Guerra. Ambos tartamudearon ante las grabadoras que les pusieron enfrente, para registrar sus respuestas acerca de la nominación de Memo Anaya. Pérez Hernández al igual que Hernández Guerra, estructuraron su relación de convenios con los medios de comunicación, a partir de “putear a Memo Anaya (Hernández Guerra, dixit)”, por lo que el alcalde se encuentra nervioso, ya que novato en la política, compró la idea a Hernández Guerra, de ser el próximo gobernador del estado, por la vía fácil y corta.

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